27.6.09

FAMILIA QUE FORMA Y EDUCA


PARA QUE TUS HIJOS VIVAN LOS VALORES



FAMILIA CARBAJAL NAVARRO


Venimos de Dios, que nos creó por amor; quien ama a Dios sobre todas las cosas se ama a sí mismo, ama a su prójimo, lo respeta y es solidario.

Los primeros educadores somos los padres, quienes debemos dar testimonio de familia y de vida, educando con el ejemplo; con un espíritu donde se busque la verdad, la sinceridad y el perdón; el agradecimiento a Dios y a los padres por la vida y todo los dones que se nos han otorgado sin merecerlos.

Es primordial tener un espíritu y honestidad, buscando el bien común; sin corrupción actuando de acuerdo a la voluntad de Dios y de nuestra conciencia.

Actualmente los jóvenes tienen la mala influencia de los medios de comunicación donde se presentan antivalores, que los observan como si fueran situaciones muy naturales y normales. Por lo cual es conveniente orientar a los hijos respecto a la fidelidad relacionada con la fe en Dios, en el matrimonio, noviazgo, en la escuela, en el trabajo y con la patria. El amor es para toda la vida. Velar por que los hijos sean fieles y entablen verdaderas amistades, educar a la familia a ser justa y generosa, dando a cada quien lo que le pertenece.

Ser tolerantes y pacientes en la confianza a Dios que es la esperanza y la virtud.

La bondad verdadera se vive no se aprende, te sientes más satisfecho de buscar el bienestar de los demás que el propio.

La honradez como valor nos hace reflexionar de manera personal que todo lo material que adquirimos sea fruto de un trabajo honesto y no quitar al otro lo que le pertenece, no apoyar el enriquecimiento ilícito.

REFLEXIÓN:

Para que tus hijos vivan los valores espirituales, hay que educarlos en el amor a Dios y al prójimo, unidos en la oración, sencillez, humildad de corazón y con un gran espíritu de servicio; sin materialismos, dar solo lo necesario, no lujos.

Educa a tus hijos como pobre para que en un futuro sepan administrar lo que Dios les dé incluyendo el amor a la naturaleza.



2.6.09

Dios y nuestros padres perdonan


REFLEXIONANDO EL DIA DEL PADRE

Conchita Navarro Galindo


Dios nuestro, Padre bueno y bondadoso, perdona nuestros errores y pecados que como padres cometemos, nos has dado el ejemplo, del Hijo Pródigo, donde el padre disculpa al hijo por sus errores (Lucas 15, 11-32); por el egoísmo y materialismo se va del hogar y el hermano reclama al padre porque a pesar de los errores, recibe a su hijo perdido con una gran fiesta; no valoramos la gran familia que Dios nos donó, actuamos sin reflexionar en lo espiritual, cometiendo a veces grandes faltas. Dios y nuestros padres perdonan el mal actuar de sus hijos para que se salven y lleguen a la vida eterna, disfrutando de los privilegios que Dios nos otorga a través de los Sacramentos. Reflexionemos: ¿qué es mejor, ser un buen padre o padre bueno que no educa a sus hijos para integrase a la sociedad en una convivencia en paz y solidaria, con un espíritu de servicio y liderazgo, buscando el bien común?